LOS MENORES Y LA ACTIVIDAD FÍSICA:
Como entrenar según la edad.
En los primeros años de vida se fomenta el juegos lúdicos periodizando tácticamente la actividad desde el calentamiento y los movimiento van enfocados al plan de trabajo derivado del macrociclo. Durante el comienzo de la etapa escolar prevalece la actividad que involucra la coordinación, la habilidad y el equilibrio. En los siguientes años, se desarrollan progresivamente habilidades específicas como la flexibilidad, la fuerza, la resistencia; momentos en los que se potencia el dominio del cuerpo. Ya en los primeros años de la adolescencia, en la pubertad, es el momento en el que se suele producir un abandono de la actividad física. Como sea, la actividad física es parte importante del crecimiento de un menor.
Según aconseja la Organización Mundial de la Salud (OMS) -la misma que alertó de que más del 80% de los adolescentes a nivel global son sedentarios-los niños y jóvenes de entre 5 y 17 años deben invertir -como mínimo- 60 minutos diarios en actividades físicas de intensidad moderada a vigorosa como se trabaja en DRAGONES OSSU....
La recomendación se explica en los beneficios que aporta el ejercicio para esta franja etaria: desarrollar el aparato locomotor (huesos, músculos y articulaciones), favorecer un sistema cardiovascular (corazón y pulmones) sano, aprender a controlar el sistema neuromuscular (coordinación y control de los movimientos) y mantener un peso corporal saludable. Y además, ayudar al control de la ansiedad y la depresión.
¿Qué actividades pueden realizar los menores?
Para los expertos, y en DRAGONES lo primero a considerar es que al trabajar con los más jóvenes es preciso tener en cuenta una serie de aspectos como la edad, la genética y la condición física. De acuerdo a la OMS, la rutina debería ser mayormente de resistencia cardiorrespiratoria. "Convendría incorporar actividades intensas, en particular para fortalecer los músculos y los huesos, como mínimo tres veces a la semana", sobresale en el informe del ente sanitario.
y remarca la importancia del entrenamiento, de la flexibilidad para niños y adolescentes. En ese sentido, apunta a que pueden ser trabajos estáticos (mantener la posición final sin modificar la longitud alcanzada) o dinámicos (insistencias avanzando y retrocediendo sin rebotar).
En cuanto a la dosificación de la sesión, señala algunas especificaciones: el movimiento sería estirar hasta el punto de sentir tensión; la frecuencia debe ser de entre 2 y 3 sesiones por semana; la secuencia sería sostener de 60 seg a 1:30 min contraer de 3 a 6 segundos y volver a estirar; el volumen, de 6 a 10 repeticiones.
Por otra parte, en Dragones valoramos los ejercicios para mejorar la fuerza muscular en los grandes grupos de músculos del tren inferior, las extremidades y tronco, que pueden ser espontáneos, incrementando en los juegos un poco de pliometría o mediante movimientos de empuje y tracción. Y por último, destaca los ejercicios intensos que mejoren las funciones cardiorrespiratorias y los factores de riesgo de enfermedades metabólicas, además de las actividades que conlleven esfuerzo óseo, para fomentar la salud de los huesos, como las carreras y los saltos.
Se dicta una serie de ejemplificaciones, divididas por edad.
Para niñas y niños menores de 10 años
Como actividad física en el hogar pueden jugar con amigos y con mascotas, pasear con los padres, subir las escaleras, bailar, andar en bicicleta, ir caminando a la escuela, saltar la cuerda. En tanto, para la iniciación deportiva, las modalidades que figuran entre las convenientes son la danza, el Karate, la gimnasia, la natación.
Los trabajos de fuerza son aquellos ejercicios en los que se le ejerce una resistencia al músculo con el peso corporal (como las flexiones de brazo, los abdominales o las sentadillas, siempre sin peso). "Estos son buenos porque motivan el desarrollo de la densidad ósea y, coordinado con trabajos de flexibilidad, el crecimiento óseo en largo porque el músculo es el que condiciona el crecimiento del hueso". Y a la vez, que son ideales para corregir problemas posturales, debido a que "un cuerpo hipotónico, sin fuerza ni tono muscular, pierde la postura con facilidad, mucho más en la etapa de crecimiento".
"Pero no estamos hablando de agregarle peso al cuerpo.
Ni barras, ni mancuernas.
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El cuerpo de un chico infante no está preparado para eso, por más que quiera no lo va a lograr", dijo con respecto a una planificación con sobrecarga. El uso de peso puede llegar a estar solo indicado como complemento para quienes compitan en una disciplina deportiva (por ejemplo, rugby), siempre bajo el asesoramiento de un especialista.
"Capacidades como la resistencia, el equilibrio o la coordinación se pueden entrenar a cualquier edad. No hay ningún problema sobre esto. Pero después hay capacidades como la fuerza y la velocidad que son temporales, es decir que dependen de cuestiones hormonales, para las que la edad es un condicionante", concluyó.
Carla Sánchez Zurdo, es especialista en nutrición y entrenadora personal por la Federación Internacional de Fisioculturismo y Fitness IFBB y por la Academia Americana de Medicina Deportiva NASM. Opina en un artículo para el sitio Cuatro que correr "es un deporte ideal para los niños, ya que les permite divertirse y descargar energía puesto que los tanques de adrenalina se disparan en la primera zancada".